Ni la TV, ni las OTT, ni el streaming están ganando (Columna de opinión)


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Antes de escribir esta columna de opinión, y adelantar a través de una serie de apreciaciones denominado "Abandono en la TV", explicaba el porqué en los cinco canales de TV abierta no hay oferta de programación actual al menos de un 70% y por qué su audiencia es de 18 años en adelante. Pues bien, para ese tiempo y durante el año pasado leí un libro llamado: Economía Política de los Medios, la Comunicación y la Información en Colombia.

Con 33 páginas me bastaron para entender mejor sobre el poder que se ejerce las OTT y la televisión convencional no solo desde las instituciones sino del televidente, y al comenzar el año 2024 ha surgido muchos resultados y movimientos en el sector audiovisual en el cual al leer el libro me he dado cuenta: hay pobreza de inversión como de contenidos en la TV abierta convencional, pero en las OTT, a donde todo el mundo se la juega por tener a Netflix, Amazon Prime Video, Disney+ y sus agregadas, por citar los más conocidos, gustan, se satisfacen, hasta el momento, pero resulta una vena rota en materia de ingresos e inversión.

La TV convencional se reduce a un público mayor de edad, en cambio, la internet, a través de redes sociales, streaming y OTT no llega a población de 45 años en adelante. Hay un dicho cierto que aplica a esto: "lo que por agua viene, por agua se va", pero en mayor proporción es a los streaming y OTT, pues lo que ven, de 100 contenidos, solo dos, vuelven y los ven, replican a los demás para dar a conocer el producto y hasta ahí.

La situación es esta: en Colombia, la televisión convencional está en manos de grupos económicos, de la cual, dos, no tienen que ver con los medios. En el caso de las OTT, Netflix es la más apetecida, pero las ganancias no son al menos las suficientes, ni decir de los ingresos y sus pérdidas. Caso contrario ocurre con Prime Video, es rentable, pero las productoras sienten que no tiene un impacto que supere a Netflix, Disney+ y sus agregadas, por más contenido que tengan no convencen, incluso Paramount sintió que perdió su tiempo compitiendo contra Netflix y se dio cuenta que es superior.

¿Los contenidos en Colombia? Desde 2022, la creatividad se ha reducido, al igual que el relevo generacional no solo de actrices y de actores, de directores, de creadores, guionistas, equipo técnico, incluso de ejecutivos.

Quise entender los puntos de vista de la actriz Jennifer Steffens y la del periodista Roberto Pombo, el último dice que hay esperanzas en materia de contenido en las producciones audiovisuales de Colombia y la primera sostiene que realmente hay crisis como para creer que las probabilidades se dan poco a poco.

Ambas siguen en conflicto y sin convencer al público, lo que vemos en TV convencional es pobre, producto de la anticipada guerra contra Netflix e imponer un cambio en la forma de ver los contenidos dando prelación a ese público considerando que es la nueva realidad. Pero la realidad muestra que no les va bien, de otra forma, si se hiciera de forma paulatina, el resultado se vería, pero lo hicieron tan bruscamente que tanto productoras, como OTT, y canales de TV convencional mostró un despertar al público consumidor.

Muchos creen que las producciones que se aprecian en TV convencional debe ser tenidos en cuenta en OTT o en streaming para tomarse el tiempo de verlos una y otra vez a modo de maratón, como creen que lo que se ven en OTT y en streaming debe salir en televisión olvidando que para el caso de los canales abiertos hay leyes que condicionan la clase de contenido protegiendo a los menores de edad, pero en la TV paga la calidad es exigente a pesar que no existe límites.

Un ejemplo claro es lo que se vivió el 11 de febrero de este año con el estreno de la versión colombiana de La Casa de Los Famosos en RCN Televisión, creen que todos los involucrados están haciendo contenido en internet y la realidad es que la televisión, por su estética, narrativa, público y lineamientos de acuerdo con el tiempo de emisión en directo implica perfección. No es lo mismo. Los errores en TV convencional se pagan caro con las cifras de rating independientemente de las reacciones en redes sociales.

¿Hay esperanzas? Sí, pero para corregir en todos los aspectos. No es muy claro cómo será el futuro de la televisión y los contenidos audiovisuales. Es cierto que se juega la rentabilidad económica como para hacer experimentos e ir con lo mismo a pesar que no en todos los países del mundo la crisis económica persiste y las tendencias políticas no muestra un claro horizonte, como me di cuenta al leer el libro que les mencioné.

Si toca dar pasos lentos, pero asegurados para avanzar y progresar, hay que hacerlo. Peor será seguir con lo mismo y desmayar a quienes desafían esa referencia que tiene en la nueva forma de ver contenidos. Para que haya signos de mejora, implica trabajar duro y sin descanso, en Colombia y en los países productores de contenido audiovisuales, para la televisión, para las OTT y para streaming. No puede faltar innovación y los formatos pueden reinventarse sin que se declare mandado a recoger.

Esa es la realidad.

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