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Después de mucho tiempo, vuelvo y escribo con más calma esta columna de opinión, ya se imaginarán cuánto no lo he hecho, y entenderán ustedes las razones. Hoy tocaré una serie sobre la televisión y las OTT, en la cual damos a entender que algo no está funcionando, pero por ahora, vamos por la televisión y en concreto: los contenidos.
Y comenzaré por el Canal Institucional o Señal Institucional, canal que Nórida Rodríguez, gerente de RTVC y Hollman Morris el encargado de la televisión prometieron que sería de cambios y más atractivo para la audiencia, especialmente para el gobierno de Gustavo Petro.
Hasta el momento, no vi nada. Lo veo igual de abandonado desde agosto de 2022. ¿Y por qué? Es porque no noto que las instituciones, las tres ramas del poder no están presentando su contenido y lo peor: se está volviendo como el Canal A hace 20 años.
Es evidente: desde agosto de 2022, están pasando dramatizados repetidos como N.N., Revivamos Nuestra Historia, incluso El Mundo Al Vuelo con Héctor Mora. ¿No se supone que un canal en donde nos debemos de enterar de lo que sucede en las tres ramas del poder en Colombia debe ser para tal?
Sí, es cierto que están pasando las audiencias de la Jurisdicción Especial para la Paz JEP, en donde todo el país sí pudo conocer la realidad del conflicto armado interno pasado, incluso aún vigente, están todos pendientes, pero aparte de esas transmisiones, pasan las del Congreso (sesiones ordinarias y hasta extraordinarias de Senado y Cámara) ¿Y donde están las transmisiones en donde el presidente Gustavo Petro hace correría en los rincones de Colombia y el mundo?
¿Dónde están las actividades de la Rama Judicial? ¿Por qué la Fiscalía no ha aprovechado esos espacios para divulgar sus actividades? ¿La Procuraduría? ¿La Contraloría? ¿Qué? ¿Acaso las demás entidades no tienen algo que informar a los colombianos?
Después de las redes sociales, el Canal Institucional es el espacio indicado para contar a la audiencia lo que sucede y que ningún medio privado o particular lo cuenta mejor que desde las entidades a través de un departamento de comunicación encargado.
Lo triste, fue lo que vi el 3 de febrero de este año: un dramatizado que nada tiene que ver con la misión del canal, hablo de El Abrazo Que No Te Di, no tiene que ver con las entidades ni refiere a las instituciones, sino de una historia en la que una mamá apenas afronta la pérdida de su hija tras un accidente automovilístico.
Por eso, me da a pensar que sí se está volviendo como el Canal A gradualmente a tal punto de pensar que así como desapareció ese canal, correrá con la misma suerte con Institucional y revertir la historia.
La verdad, noto abandono. ¿Dónde está el cambio y la sintonía significativa que prometieron?
No crean que por el hecho de que la programación esté cambiando estén pensando que el Canal A volverá y que por falta de demanda (incluso de oferta entre audiencia e instituciones interesadas a pesar que FonTIC está para eso o con financiación aparte) se llamará a licitación para programar suponiendo un retorno a la TV mixta o en su defecto, que allí albergará una nueva competencia al Canal Uno manejado 100% por RTVC incluso con o sin FonTIC.
Entonces, no pueden salir con el cuento de que las redes sociales pesan y es prioridad ir a ese público, también se puede convencer a la juventud de aprovechar el medio y sí puedo comprobar que esta generación lo usa.
Así, pues, en el Canal Institucional se siente el abandono y el cambio no es más que promesa.
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