Balance naranja de Duque Márquez (Columna de opinión)



Quizá no hay nada positivo de parte de Iván Duque Márquez en cuanto lo que ha hecho por el sector de la televisión, si se puede decir. Aunque es bien cierto que fue el artífice de la economía naranja por cuanto fue de su autoría e insertó a la televisión y al sector audiovisual parte de ella, pues poco se preocupó.

Lo que sí prometió en campaña fue la reactivación económica, sin estar dentro de sus cuentas la Covid-19, como tal, intentó pálidamente. En el sector de la televisión, lo asume como el causante del aumento de los ingresos en el sector de televisión en 2021, a través de MinTIC con la promulgación de la ley 1978 de 2019 y del Plan de Desarrollo, atribuciones que poco o nada tuvo que ver.

Nadie estuvo de acuerdo con la fusión del FonTV (Fondo del Desarrollo de la Televisión) al FonTIC (Fondo Único de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones) y tampoco como se administran, pues lo manejan entre el Ministerio de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones MinTIC y la Comisión de Regulación de Comunicaciones, tampoco se logró que la CRC fuera una entidad autónoma, pues es descentralizada.

Si bien lo que percibía a través de FonTV poco alcanzaba en materia de los recursos y la aprobación de proyectos que podían mejor aprovechar a través de los canales regionales y en RTVC, a través de FonTIC por ser de diferentes destinaciones (televisión, radio y telecomunicaciones) crece en materia de presupuesto y por consiguiente los proyectos crecen y la televisión pública, en la teoría y en los primeros años de implementación ha dado resultados y galardones en algunos casos.

La liquidación de la Autoridad Nacional de Televisión para que en materia de televisión sea asumida por la CRC, por un lado, revive las sanciones y penalizaciones que no lo tenía desde 2012 cuando la ANTV fue creada, solo por exhortos era la forma de llamar la atención, el último caso fue el Canal Uno cuando emitió en horario familiar Sin Senos Sí Hay Paraíso una escena de suicidio a comienzos de 2019.

Hasta la fecha, la CRC no ha mencionado qué sanciones ha tenido entre septiembre de 2019 hasta marzo de 2020 y reactivado a finales de 2021 a todos los canales de televisión abierta en Colombia sea cual sea la denominación.

Lo que fue cierto es que los decretos 464 y 516 de 2020 que promulgó con el visto bueno de Iván Duque Márquez bajo revisión de MinTIC por un lado refuerza la televisión sobre la internet y la otra ignora la constitucionalidad en cuanto a las dificultades de más producciones nacionales a emitir por Covid-19. Los casos concretos fueron, del decreto 464 de 2020 es declarar a la televisión como un servicio público esencial, lo que ninguna ley tuvo en cuenta esa premisa y vale la pena pues sea cual sea la situación era meritorio y por consiguiente un reto que implicaba cumplir al televidente que necesita mejores contenidos más allá de una mera formalidad.

En el caso del decreto 516 de ese mismo año, debido a que no hay más producciones nacionales a emitir, por la emergencia por Covid-19, reduce la cuota de pantalla, de acuerdo a lo previsto en la ley 182 de 1995, la Corte Constitucional, declaró inexequible el decreto promulgado que reduce hasta un 25 por ciento de producción nacional, ignorando todo el historial audiovisual preservado entre 1977 hasta 2020, es decir, permitir las repeticiones en vez de liberar cuota de pantalla. 

A pesar de la promulgación de la ley 1978 de 2019 que buscaba extender los periodos de concesión de la programadora del Canal Uno, del canal privado de Bogotá y los canales privados N1 y N2 (RCN Televisión y Caracol Televisión respectivamente) de los 10 a 20 años, se mantuvo la no retroactividad, es decir, sería aplicado después y cambiar la denominación de concesionarios a operadores al ya tener título habilitante.

Si bien Caracol Televisión y RCN Televisión terminarán hasta el 10 de enero de 2029, ya son operadores de televisión y no concesionarios, como se acogieron a título habilitante, la cuota faltante de los 16 mil millones de pesos para pagar la prórroga, se cancela cada año en agosto, por supuesto, eso se dio en 2020. De igual forma, Plural Comunicaciones, programadora del Canal Uno, terminará el 30 de abril de 2027, es decir, en menos de 5 años si no lo prorrogan.

Otro de los aspectos que todos esperaban es la cuota de pantalla en las OTT como Netflix, Amazon Prime Video, Disney+, Star+, HBO Max entre otras como lo prometió en la ley 1955 de 2019 del Plan de Desarrollo de Iván Duque Márquez, solo lo establece con otra ley que lo reglamenta, es decir, que el 40 por ciento de programación nacional en las OTT se tendría que sacar otra ley. Nunca sucedió. Tuvo que sacar un decreto, la 680 de 2021 para reglamentar, pero lamentablemente no impuso programación nueva sino repetida, pues no lo impuso, lo cual se perdió esa posibilidad.

Y ha sido objeto de desconfianza, especialmente, cuando los 85 mil millones de pesos destinados a salvar a los medios tradicionales tuvo que ser redirigidos para la conexión a internet en centros poblados del país debido al extravío de los 70 mil millones de pesos que la entonces ministra de las TIC Karen Abudinen, confiada, se los giró a los adjudicados sin ejecutar las obras. Ese salvamento a los medios tradicionales, entre ellos, la televisión abierta, fue criticada por Caracol Televisión y RCN Televisión por la poca cuantía y porque Plural Comunicaciones, programadora del Canal Uno, fue la única beneficiada y poco se quejó por la cantidad a recibir.

Los 3.2 billones de pesos en ingresos por el sector de la televisión no es más que un pálido consuelo de reactivación que muchos esperaron, de no ser por la Covid-19 que bajó de los 1.8 billones de pesos, después de estar en la línea de los 2 billones de pesos, subiendo o bajando.

Aunque Duque Márquez ha dicho que jamás lee ni ve noticias de los medios de comunicación, inclusive de RTVC, muestra su semejanza al de Virgilio Barco cuando asumió la presidencia y nunca atendía a los periodistas.

Se va, pero con desdén. La promesa de reactivación nunca fue, y el esfuerzo de quienes fungieron como ministros en MinTIC y la gerencia de RTVC se queda más en los que lo ostentaron que de la directriz de Iván Duque Márquez. La economía naranja, no es más que una fantasía y el saldo del sector de la televisión y del audiovisual es naranja.

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