Antes y después de la Constituyente de 1991 en la televisión

En la Constitución de 1886, nunca lo conocí, en mi vida, o no sé, nunca habló de medios de comunicación, a pesar de que había radio y prensa, ni siquiera los conservadores cayeron en cuenta que habría televisión dentro de 70 años de haberlo promulgado, aunque hubo enmiendas y eso.

Pero veamos los antes y después de la promulgación de la Constitución de Colombia de 1991, que, desde luego hubo muchas cosas.

Antes de 1991, hasta el 4 de julio de las 6:00 PM
Cuando el General Rojas Pinilla derrocó a Laureano Gómez y un año después de haberlo hecho, se trajo a dos personajes, el primero, la titánica tarea de emprender un nuevo medio de comunicación para posteriormente crear una empresa independiente y el otro a ser el presentador-anfitrión de una novedosa maquina radiodifusora, ustedes saben que me referían a Fernando Gómez Agudelo y Julio E. Sánchez Vanegas respectivamente.

Si bien la televisión era estatal el 100 por ciento, no faltaba el publicista o el que quería hacer negocios con el medio, basandose de que el Estado solo no podía sostenerlo económicamente por los gastos, de ahi aparecen esas personas y la participación parcial de un privado, de ahí nació Punch.

Hablar de televisión privada entre los sesentas e incluso antes del 4 de julio de las 7:00 PM de 1991 era un terrible tabú, que favorecía inicialmente el trío RTI-Punch-Caracol, que antes mandaba a quebrar a las programadoras, sabiendo que antes del 4 de julio la publicidad y los anunciantes les quedaba complicado pautar a 27 compañías dado que en el presupuesto solo alcanzaba, apurado a 6, por ésta razón, Promec Televisión, una de las más prestigiosas compañías dedicada a la televisión ha caído en la ruina, debido no tanto a la "mala adjudicación" y porque tampoco "aprendió a ser competitivo" tenía un buen portafolio, pero, los anunciantes se marcharon con los billetudos con rating y por eso, no fue prorrogado, pues la Ley 014 de 1991 daba hasta 6 meses más a los adjudicados del 1 de julio de 1987 hasta el 30 de junio de 1991.

Y además, antes de la promulgación de la Carta Magna, había de por medio una licitación de televisión que contrastaba la legitimidad justo sobre la aprobación, en la que CPT Televisión se abstuvo de participar, pero otras como Do Re Creativa TV se encontraba en la cuerda floja. Había TV por cable, algunos "regalados", otros pagando harta moneda por exclusividades, y la gente no veía problema si algún día Colombia se decidiera colocar un canal privado, así refunfuñeen los que han hecho TV.

Después de la Constituyente de 1991
Ya el país era otro, se mandó a convocar las elecciones para congreso y gobernación de cada departamento, pero aun así faltaba un mes para la conformación de la nueva programación de los canales públicos mixtos a partir del 1 de enero de 1992, hasta el 31 de diciembre de 1997, en ese entonces prorrogables (hasta que se derogó lo de prorrogables). Y la gente en ese momento poco cayó en cuenta que se permitía a través de la Constituyente tener canales privados mientras haya el monopolio del Estado y la conformación de una entidad autónoma para los destinos de la televisión a través de los artículos 76 y 77.

Y un mes de haberse hecho la Constituyente, y ya después de haberse conformado la programación de su entonces y las programadoras, empezaron, las descabezadas compañías de esa licitación, ampararse de la Constituyente, declarandose de ilegítima pues ya después de promulgado la Carta Magna debía, antes constituirse esa entidad autónoma para la televisión. Esos recursos se quedaron en el camino, y ese "deje así" se quedó ahí.

Y seis meses después de la Constituyente, vino la gran transformación en la televisión en verdad, los canales de Inravisión se volvieron competitivos y la gente veía competencias entre estilos y programadoras, además entre lo abierto y lo exclusivo, como ver competir a Caracol con RCN (excepto con las novelas), los noticieros 24 Horas con Noticiero de las Siete, el del Estado (Audiovisuales) con el privado (Cinevisión), y los canales de Inravisión, con las de TV por cable. Y verlos de manera organizada, la gente menos se perdía.

Y sí de privatización se trata, muchas veces, cuando se toca el tema, después de la Constituyente, siempre dicen que Caracol, RCN, RTI, Punch y JES son los que presionan para que puedan tener ese canal en contra de ese modelo de televisión que se hizo en la Ley 014, era de peleas, el congreso armaba bochinches diciendo que el monopolio del Estado se perdía por eso, la voluntad, del gobierno de Cesar Gaviria estaba latente, pero nadie le apostaba por eso.

Y si de aplicación de los artículos 76 y 77 se trata, fue, a partir del gobierno de Ernesto Samper que buscó la reglamentación a través de la Ley 182, la conformación de la hoy Comisión Nacional de Televisión. Pero hay cosas que de la CNTV no hizo: el caso de Producciones Cinevisión, solo le tiró a Inravisión sobre la caducidad del contrato, a pesar que Jorge Arenas o mejor, Luis Felipe Arenas quiso que ésto lo tratara la CNTV y no Inravisión el problema.

Y lo que no hizo Gaviria por falta de voluntad política por parte de los congresistas, Samper, presionado por lo del Proceso 8000 lo hizo con brios, el congreso consecuentes con él, finalmente se hizo la Ley 335 que reglamenta la televisión privada y las pataletas de las programadoras no valieron de nada y los dejó a su suerte.

Pero, gracias a la Constituyente, la televisión privada tiene la libertad de programar a la hora que quiera sin mirar el reloj y el calendario, porque a la libertad, que consagra la Constitución es aplicable para todo. Pero por eso, y porque pensaron que la CNTV fue ineficaz en varias licitaciones de televisión (sin contar con las licencias de TV por cable), la emprenden contra los artículos 76 y 77 y hasta ahí se acaba la autonomía y regresamos al modelo Belisarista.

Se imaginan ustedes, si la televisión privada se hiciera antes de 1991, ya no sería tan libre como ahora, vivirían del reloj y de la cita. Pero al menos ésta miró al futuro, no predijo la Internet, o los teléfonos tipo Los Supersonicos.

Y vean los ántes y después, para que se emitan un partido o un evento deportivo, tenía que pedir permiso y si es pertinente hacerlo, ahora lo hacen si lo quieren; de igual forma es tabú tocar temas como el homosexualismo, las relaciones sexuales a temprana edad, la política de los independientes, cuestionar a la iglesia, porque era malo hacerlo antes de 1991.

Éste cuarto de hora, hay que aprovecharlo al máximo, porque no vaya a ser que algún individuo pida derogar la de 1991 y armar otra nueva y quizá no sea tan libre como la actual, nunca se sabe.

Es rico, para mi, recordar un año tan bonito como 1991, que cosas buenas ocurrieron en la televisión y que aun, sigo pensando que así lo fue.

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